Recuperando Lo Perdido


Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.  (Lucas 19:10 NVI)

Estamos viviendo tiempos donde muchas personas terminan por acabar con su existencia a consecuencia de las situaciones dificiles que les ha tocado vivir, pero en cada una de las pruebas y dificultades que tiene que enfrentar una persona Dios ha estado presente para asistirle por muy grande que pueda ser la situación.

Hoy los hospitales están abarrotados de gente sin esperanzas de vivir porque padecen de alguna enfermedad terminal, muchos matrimonios son tirados a la basura porque no se haya la felicidad anhelada en el hogar, otros deambulan por las calles cautivos de los vicios y sin un lugar donde pasar la noche, y así como estas situaciones otras más que no alcanzarían las lineas para ser mencionarlas.  El punto es que las personas que enfrentan estas situaciones son hombres y mujeres que fueron creados y diseñados a imagen y semejanza de Dios y sobre sus vidas se ciñe la consecuencia de la caida del hombre tal como lo describe Génesis 3.

El plan de Dios fue y ha sido siempre dar lo mejor de si para el hombre, pero este en su espíritu de independencia ha decidido vivir de espaldas a Dios creyéndose el dueño de su propia vida y es asi como muchos han errado el camino, siendo engañados por satanás y por el mundo.

Dios en su infinita gracia y misericordia estableció un plan maravilloso y perfecto para que la humanidad desista de su vana manera de vivir y vuelva al plan original de su creador. El envió lo más preciado que tenía: su Hijo Amado, Jesús de Nazaret el Cordero inmolado en quien no se halló pecado alguno y quien fue sometido a las mismas presiones y pasiones a las cuales hoy día somos expuestos los que vivimos en este tiempo, y que por causa de su muerte y resurrección nos dio la victoria sobre toda obra de maldad en contra de nuestras vidas. ...Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo (1 Juan 3:8 TLA).

Jesús vino a recuperar todo lo que se perdió. La autoridad que Dios le delego de forma legítima al hombre en el huerto del Edén fue perdida cuando este no asumió su responsabilidad de ejercer dominio, pero Jesús el hijo de Dios vino para darnos de  nuevo esa autoridad y recuperar nuestra posición como Hijos de Dios.

La victoria de Jesús en la cruz del calvario ante satanás fue contundente. La Biblia dice en Colosenses 2:15 que Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso (TLA).

Tienes en tus manos la oportunidad de poder ser bendecido con esta gran verdad y de poder bendecir a quienes están en las prisiones y el cautiverio de satanás. Dios te ha conferido autoridad legal sobre todas las obras de la carne, del pecado y de las tinieblas. Levantate y esfuérzate en ejercer el dominio con la unción de autoridad que Cristo revistio en ti al vencer por ti porque por eso somos más que vencedores en Cristo Jesús. En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. (Romanos 8:37 TLA).

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¿Quienes somos?

Somos un ministerio para difundir las buenas noticias del reino de los cielos y testificar de Jesucristo el Hijo de Dios como el único Camino, la única Verdad y la unica Vida para ser reconciliados con nuestro Dios y Padre Celestial.

Visión

Ser un ministerio Cristocéntrico para difundir las Buenas Nuevas de salvación y establecer el reino de Dios para la la manifestación de su gloria a las naciones de la tierra.

Misión

Proclamar a toda criatura las buenas nuevas de salvación partiendo desde nuestro entorno y hasta lo último de la tierra.

Establecer el reino de los cielos a través de las señales y manifestaciones sobrenaturales en el poder del Espíritu Santo.

Afirmar en cada creyente los fundamentos de la fe en Cristo Jesús para se convierta en un discípulo trasnformado y renovado a través de la manifestación del Espíritu Santo en su vida.

Capacitar a cada discípulo con la impartición de principios biblìcos que lo lleven a descubrir y desarrollar el propósito de Dios para su vida para que pueda multiplicarse en otros.

Enviar a cada discípulo al cumplimiento de la Gran Comisión a través del ministerio al que Dios le ha llamado a servir.

Decálogo de Fe

Creemos en:

1. Un solo Dios: Soberano y creador de todo el universo.

2. La Trinidad de Dios: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

3. La Divinidad de Jesucristo: Jesucristo el único hijo de Dios, nacido de mujer virgen engendrado por obra del Espíritu Santo.

4. La Biblia: La Palabra de Dios inspirada y revelada a través de Su Santo Espíritu, como la única fuente de autoridad moral y espiritual y norma fundamental de conducta.

5. La Salvación: la cual se obtiene por gracia mediante el arrepentimiento y confesión de pecados por medio de la fe en Jesucristo como el único y suficiente salvador para darnso la vida eterna.

6. Gobierno de Dios: El reino de los cielos es el diseño que Dios desea para nuestras vidas conforme a su soberana voluntad, tomando como fundamento a Cristo Jesús como cabeza de la iglesia mediante el modelo apostólico y profético.

7. La Santidad: Sin santidad nadie vera a Dios, por lo cual el creyente debe desarrollar un estilo de vida que agrade a Dios como reflejo de la obra del Espíritu Santo.

8. El Bautismo y la Cena del Señor: Ordenanzas dadas a la iglesia para recordar la muerte y resurrección de Jesucristo a una nueva vida de victoria y de santidad.

9. Dones Espirituales: Los cuales son repartidos según la manifestación sobrenatural del Espíritu Santo para la edificación de la iglesia.

10. La unidad de la iglesia: mediante la constitución del ministerio quíntuple para la edificación del cuerpo de Cristo.

Valores

La Familia: como el diseño de Dios por medio de la unión matrimonial de un hombre y una mujer para el establecimiento de valores éticos, morales y espirituales. (Génesis 1:28)

La Obediencia: como el principio que nos da revelación de ser hijos de Dios para honrarlo y ser merecedor de la autoridad espiritual y la herencia que nos ha sido reservada. (Filemón 1:21)

La Mayordomía: capacidad que debe desarrollar un creyente para administrar diligentemente los recursos que Dios coloca en sus manos. (Lucas 12:43-44)

La Fidelidad: atributo que nos permite desarrollar el más alto sentido de compromiso para con el Señor y para con los hombres. (Salmos 101:6)

La Integridad: virtud que refleja el testimonio cabal del creyente, basado no solo por lo que hace, sino por lo que es en todas las áreas de su vida. (Proverbios 11:3)

El Desarrollo Integral: como el proceso de crecimiento hacia la madurez espiritual y el desarrollo del carácter en el creyente conforme al modelo de Jesucristo. (Efesios 4:13)

La Excelencia: como la cualidad que nos impulsa hacia la motivación para el logro de nuestras metas en Cristo Jesús. (Colosenses 3:23-24)