"Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti"
Proverbios 4:25 (NVI)
El apóstol Pablo escribio a los Filipenses acerca de la necesidad de avanzar hacia lo que Dios le había llamado a cumplir, considerándose a si mismo como alguien con quien el Señor tenía que trabajar mucho, puesto que reconocía su incapacidad y su imperfección para obrar por su propia cuenta. (Flipenses 4:12). Sin embargo notamos que esta actitud de Pablo debe ser imitada por cada discípulo de Jesús a fin de establecer con la ayuda de Dios el orden de prioridades para alcanzar aquello para lo cual el Señor nos ha alcanzado.
El libro de Proverbios 4:25; nos exhorta a no desviarnos de la senda que tenemos trazada por Dios para lograr el establecimiento del reino en la tierra y para hacer esto una realidad se deben conjugar la fe, la obediencia y la perseverancia.
Dice la Biblia en Hebreos 11:1 "...la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve". Para una persona sin el conocimiento de Dios esta declaración le parecerá un imposible, pero eventualmente un creyente del Señor Jesús será sometido a pruebas y en situaciones dificiles se tiende a flaquear en la fe. Esto suele ocurrir porque no se tiene la revelación de la absoluta verdad que expresa la declaración de esta cita "la fe es la garantía" y quien da esa garantía no es alguien que es un fraude, es el único y verdadero Señor quien no puede contradecirse en su Palabra.
La obediencia es el otro elemento que debe ponerse de manifiesto para alcanzar a lo que Dios nos ha llamado. En l Samuel 15:22; encontramos que Dios se complace más de la obediencia que del sacrificio. No importa cuan grande sea el sacrificio que tengas que realizar para hacer las cosas de Dios, lo que más le importa y agrada al Señor es la obediencia que estés dispuesto a manifestar en las cosas de Dios. El rey Saúl quizo justificar su falta de obediencia a Dios con los sacrificios que este presentó, pero esta actitud no le hizo acreedor de la aceptación de Dios. en otras palabras, todo aquel que desobedece lo que Dios ha dictado para su vida se convierte en un rebelde y este es un pecado tan grave como la adivinación (1 Samuel 15:23).
Finalmente, la perseverancia es lo que determina la permanencia de un creyente hacia la obtención de la meta en ese supremo llamamiento. Hebreros 10:39 declara: "pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe..." Esta cita nos reitera una vez que la fe es el combustible que nos dara el impulso necesario para seguir avanzando en los asuntos del reino de los cielos.
Fe, obediencia y perseverancia son llaves que el Señor nos ha entregado para destruir todo argumento de satanás en contra de los planes que Dios ha trazado para su pueblo.
Su propósito es bendecirnos para bendecir. Asi que cuando este afligido o menguado en sus fuerzas acuda a la sabiduría de Dios y ponga en practica estas poderosas armas contra todo plan de las tinieblas y disfrute la victoria que el Señor ya ha ganado para usted.
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