"Ustedes tienen que estar siempre listos. Deben ser como los sirvientes de aquel que va a una fiesta de bodas. Ellos se quedan despiertos, con las lámparas encendidas, esperando a que su dueño llame a la puerta para abrirle de inmediato. ¡Qué felices serán cuando llegue el dueño a la casa, en la noche, o en la madrugada! Les aseguro que el dueño hará que sus sirvientes se sienten a la mesa, y él mismo les servirá la comida. "Si el dueño de una casa supiera a qué hora se va a meter un ladrón, lo esperaría para no dejarlo entrar. Ustedes deben estar listos, porque yo, el Hijo del hombre, vendré a la hora que menos lo esperen". Pedro entonces le preguntó: --Señor, ¿esa enseñanza es sólo para nosotros, o para todos los que están aquí? El Señor le respondió: --¿Quién es el sirviente responsable y atento? Es aquel a quien el dueño de la casa deja encargado de toda su familia, para que él les sirva la comida a tiempo. ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes!Les aseguro que el dueño hará que ese sirviente administre todas sus posesiones. Lucas 12:35-44.
Como creyentes debemos estar ocupados en los asuntos del reino hasta el regreso de nuestro Señor Jesucristo. El mismo Señor siendo de muy corta edad dijo: "¿Y por qué me buscabais? respondió Jesús ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?" (Lucas 2:49).
En el ámbito militar la palabra "ocupar" significa: Tomar posesión, apoderarse de algo; especialmente si se hace de forma violenta.
Si queremos estar ocupados hasta la venida del Señor Jesús, todos los que le hemos confesado como nuestro Salvador y Señor tendremos que tener un cambio de actitud y tener presente que Jesús ha vencido y nos dio la victoria juntamente con El en la cruz del calvario ante satanas. Satanas fue vencido y despojado de toda autoridad legal que tenía sobre nosotros por vía del pecado. Jesús nos ha dado una armadura indestructible y además poderosa para tomar posesión de un territorio que se hace inexpugnable cuando usamos cada una de las armas que se nos han confiado por la fe en Cristo Jesús. Usted puede ser muy débil fisicamente, pero cuando está ceñido con la armadura de Dios, creame que el diablo no lo notará. Siempre que estemos sometidos bajo la voluntad y en obediencia hacia Dios, podremos tener las fuerzas necesarias para resistir y el diablo tiene que huir de nuestras vidas. (Santiago 4:7).
Nuestra ocupación en esta tierra tiene que ser en todas las áreas de nuestra vida, siendo ejemplo para los que nos rodean a fin de que por el testimonio que damos muchos sean inquietados a buscar al Señor Jesús. Guardemos la salvación que el Señor nos ha dado, la cual costo su sangre preciosa y por medio de ella nos compró para así ser su propiedad.
Ocúpese de estar en santidad sin la cual nadie verá al Señor y mantengase velando por estar cumpliendo lo que el Señor le ha encomendado hasta su pronto regreso para que así sea invitado a estar entre los garndes.
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