Cuando se llora amargamente

Lucas 22:54-62

La noche en que Pedro negó a Jesús, tuvo que haber sido la hora más negra y oscura de su existencia, no solo por el hecho de haber negado a Jesús, sino también porque se estaba cumpliendo en su vida lo que ya Jesús le había anticipado que iba a ocurrir.

¿Qué puede causar que lloremos amargamente?
  • Perdida de nuestra identidad.
Llorar amargamente es el resultado de haber perdido la identidad de quienes somos en Jesús, ya que le hemos dado paso a la negación total de nuestra fe.
Pedro no solo negó al Señor, el estaba negando las veces que anduvo con Jesús, negaba las veces que vio a Jesús realizar las señales y prodigios portentosos, más aún, negaba las veces que habían orado juntos, negó que unas horas antes habían compartido su último alimento, estaba negando hasta las mismas señales y milagros que el mismo había realizado en Su nombre.

Esta circunstancia condujo a Pedro a experimentar en carne propia la bajeza de su naturaleza pecaminosa, por cuanto el mismo Jesús le había profetizado que su fe sería conmovida.
Al igual que Pedro tú puedes pasar momentos similares, puesto que el diablo está al asecho para zarandearnos como se hace con la espiga de trigo. La Biblia describe en Lucas 22:31; que Jesús le manifiesta a Pedro que el diablo lo ha pedido para atacar su fe, pero Jesús le dice en el versículo 32: “Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú cuando te hayas vuelto a mi, fortalece a tus hermanos”.
En otras palabras, el Señor le estaba afirmando a Pedro que el se iba a separar de lo que el mismo estaba declarando.
¿Qué tan firmes somos con lo que declaramos?
No me sorprende la respuesta de Pedro en el versículo 33 ya que se tiene que vivir el momento de prueba para que lo que hemos declarado podamos mantenerlo firme no solo con nuestros labios, sino con nuestro corazón.
Al igual que Pedro, nosotros podemos negar lo que hemos declarado con nuestras palabras, pero eso hace evidente nuestra perdida de identidad.
  • Nuestra condición espiritual se viene a menos
Jesús se dirigió al Getsemaní para apartarse en la oración y uno de los discípulos que le acompañaba fue Pedro (Mateo 26:37) pero Pedro no pudo mantener ni siquiera su propia voluntad para acompañar al Señor en oración ya que al igual que los otros discípulos, fueron victimas del sueño y no pudieron mantenerse despiertos como se los había instruido Jesús.(vv 40-41).
  • El Valor
Pedro negó grandes verdades en su vida, pero también se derrumbo su valor, el mismo hombre que en vv 33 afirmo que estaba dispuesto a ir a la cárcel y morir por causa de Jesús, perdió el denuedo cuando fue identificado con Jesús.
  • Llorar amargamente nos conduce al arrepentimiento
En uno de los momentos más críticos para Jesús, allí estaba Pedro, observándole desde lejos y contemplando todo lo que le acontecía a Su amado maestro y Señor, pero este, tal vez haya sido el momento mas lúgubre para Pedro, justo en ese instante cuando el negó toda relación que le señalara como uno de los discípulos de Jesús, allí se dejo escuchar el sonido estridente del canto de un gallo, recordándole a Pedro el cumplimiento de lo que antes le fue dicho.

En ese instante que tal vez pudo haber parecido toda una eternidad para Pedro, Jesús dirigió su mirada hacia donde se encontraba y su mirada no fue de acusación, sino más de bien de amor y de misericordia, siendo esta la causa por la que este hombre no pudo contener un momento más en aquel lugar saliendo despavorido y sufriendo la amargura de haber negado el grande amor de Su Señor.
Indudablemente, Pedro pudo reconocer su falta y allí en aquel lugar sus lágrimas de dolor lo confrontaron con la culpa haciéndole saber de su arrepentimiento.

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¿Quienes somos?

Somos un ministerio para difundir las buenas noticias del reino de los cielos y testificar de Jesucristo el Hijo de Dios como el único Camino, la única Verdad y la unica Vida para ser reconciliados con nuestro Dios y Padre Celestial.

Visión

Ser un ministerio Cristocéntrico para difundir las Buenas Nuevas de salvación y establecer el reino de Dios para la la manifestación de su gloria a las naciones de la tierra.

Misión

Proclamar a toda criatura las buenas nuevas de salvación partiendo desde nuestro entorno y hasta lo último de la tierra.

Establecer el reino de los cielos a través de las señales y manifestaciones sobrenaturales en el poder del Espíritu Santo.

Afirmar en cada creyente los fundamentos de la fe en Cristo Jesús para se convierta en un discípulo trasnformado y renovado a través de la manifestación del Espíritu Santo en su vida.

Capacitar a cada discípulo con la impartición de principios biblìcos que lo lleven a descubrir y desarrollar el propósito de Dios para su vida para que pueda multiplicarse en otros.

Enviar a cada discípulo al cumplimiento de la Gran Comisión a través del ministerio al que Dios le ha llamado a servir.

Decálogo de Fe

Creemos en:

1. Un solo Dios: Soberano y creador de todo el universo.

2. La Trinidad de Dios: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

3. La Divinidad de Jesucristo: Jesucristo el único hijo de Dios, nacido de mujer virgen engendrado por obra del Espíritu Santo.

4. La Biblia: La Palabra de Dios inspirada y revelada a través de Su Santo Espíritu, como la única fuente de autoridad moral y espiritual y norma fundamental de conducta.

5. La Salvación: la cual se obtiene por gracia mediante el arrepentimiento y confesión de pecados por medio de la fe en Jesucristo como el único y suficiente salvador para darnso la vida eterna.

6. Gobierno de Dios: El reino de los cielos es el diseño que Dios desea para nuestras vidas conforme a su soberana voluntad, tomando como fundamento a Cristo Jesús como cabeza de la iglesia mediante el modelo apostólico y profético.

7. La Santidad: Sin santidad nadie vera a Dios, por lo cual el creyente debe desarrollar un estilo de vida que agrade a Dios como reflejo de la obra del Espíritu Santo.

8. El Bautismo y la Cena del Señor: Ordenanzas dadas a la iglesia para recordar la muerte y resurrección de Jesucristo a una nueva vida de victoria y de santidad.

9. Dones Espirituales: Los cuales son repartidos según la manifestación sobrenatural del Espíritu Santo para la edificación de la iglesia.

10. La unidad de la iglesia: mediante la constitución del ministerio quíntuple para la edificación del cuerpo de Cristo.

Valores

La Familia: como el diseño de Dios por medio de la unión matrimonial de un hombre y una mujer para el establecimiento de valores éticos, morales y espirituales. (Génesis 1:28)

La Obediencia: como el principio que nos da revelación de ser hijos de Dios para honrarlo y ser merecedor de la autoridad espiritual y la herencia que nos ha sido reservada. (Filemón 1:21)

La Mayordomía: capacidad que debe desarrollar un creyente para administrar diligentemente los recursos que Dios coloca en sus manos. (Lucas 12:43-44)

La Fidelidad: atributo que nos permite desarrollar el más alto sentido de compromiso para con el Señor y para con los hombres. (Salmos 101:6)

La Integridad: virtud que refleja el testimonio cabal del creyente, basado no solo por lo que hace, sino por lo que es en todas las áreas de su vida. (Proverbios 11:3)

El Desarrollo Integral: como el proceso de crecimiento hacia la madurez espiritual y el desarrollo del carácter en el creyente conforme al modelo de Jesucristo. (Efesios 4:13)

La Excelencia: como la cualidad que nos impulsa hacia la motivación para el logro de nuestras metas en Cristo Jesús. (Colosenses 3:23-24)